11 de julio de 2011

El Señor de las Tres Caídas en el sentir de José María Rubio.


I

"Por el suelo de Triana,

Cristo de las Tres Caídas,

con la mirada perdida,

tu oscura pena se arrastra.

¡Quién fuera tu cirineo

en esa noche tan larga!"

II

"En mis hombros pecadores

llevaría la dura carga

de la cruz de mis pecados

por tus calles solitarias.

Mi fuerza sería tu fuerza,

mi espalda sería tu espalda,

mis dolores tus dolores

y mis labios tu esperanza"

III

"Tú irías, Señor, adelante

y yo al paso de tus andas,

con tu cruz de puente a puente,

con tu cruz de Madrugada,

una noche sin caídas

tras las huellas de tus plantas"

IV

"Más si no puedo, Dios mío,

servirte en tan dura carga,

si han de besar tus rodillas

este suelo de Triana,

hazme piedra del camino

para tu mano apoyada,

y en la roca de mi vida,

sobre el barro de mi alma,

levantate, Cristo mío,

sosteniéndote en mi espalda,

que si caes setenta veces,

setenta veces las andas

de tu cruz y tus dolores,

de tu eterna Madrugada,

serán tu amor y mi fuerza

para tu mano apoyada

en la piedra de mi vida

que es el barro de Triana"


(Pregón de la Semana Santa sevillana del año 1991 pronunciado por D. José María Rubio Rubio)

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