10 de junio de 2011

Los contras de ser la Imagen más bella de Sevilla



Cuando quieran hablar, conversar o intercambiar pareceres y vivencias en torno a las Cofradías de manera apacible y sana les daré un consejo: no habituen los foros o redes sociales que abundan en internet, ya que puede acabar dañado y dolido en lo más hondo de su corazón como consecuencia de las barbaridades que se pueden llegar a decir de manera gratuita en esos medios telematicos. Y si esto sucede no resulta descabellado imaginar que en un acto de defensa quiera buscar venganza sentimental atacando de la misma manera y, por tanto, cayendo en el mismo error, a quienes nunca debemos ofender ni atacar: a las Imagenes, nuestras Imagenes, donde se concentran el amor y la devoción de miles de personas. Porque si eso hacemos puede que nos convirtamos en la nueva generación de ineptos que, de la misma manera, persiguieron a nuestras Hermandades en la decada de los treinta del pasado siglo.

La Semana Santa de Sevilla es muchisimo más fragil de lo que creemos. De hecho bastan cuatro gotas de lluvia para que una Cofradía se decida a no salir en procesión en su día correspondiente. Y es que haciendo hincapié en esa fragilidad debemos tener mucho cuidado con las actitudes que tomamos en más de una ocasión. Porque al final quien acaba pagando y sufriendo las consecuencias es el nombre de nuestra Hermandad. Y en cuanto a esto, si no se pone remedio, los tiempos que vienen no son precisamente prometedores. Y lo más preocupante de todo es que en muchos casos el mal de las Hermandades radica precisamente en el interior de las mismas. Atención a esa generación de personas que se introducen en las Cofradías y fomentan la desunión entre miembros de la misma Corporación, alimentan rivalidades inexistentes entre Cofradías, hacen rodar bulos falsos y crean antagonismos infundados, fruto del aburrimiento que acechan sus vidas. Cuidado con esos mal llamados "cofrades" que solo buscan el protagonismo de vara y medalla y hacen de las Cofradías un juego de pasos. Cuidado con aquellos que quieren encontrar su sitio en la sociedad a costa de la Hermandad. Cuidado con la politica que, mezclada con fe y devoción, configuran un arma de doble filo, que en la mayoria de los casos desemboca en una doble moralidad de grado surrealista. Y es, por todo esto y más, que en muchas ocasiones acabemos dando la razón a aquellos que llegan a detestar el mundo de las Cofradías.

En los foros y redes sociales que existen en internet se pueden ver y leer autenticas barbaridades, con expresiones dificiles de entender y opiniones harto complicadas de digerir. Ser trianero y de la Esperanza ha conllevado históricamente muchos padecimientos de este tipo, y quizás por ello, ya en pleno siglo XXI, la inmunidad se acaba convirtiendo en fiel escudo aliado en estos terrenos pantanosos. Que si las flores de nuestra Esperanza, que si el andar de los pasos, que si la medalla de la ciudad, que si la Virgen está muy retocada... Miren, a ver si lo comprenden. A nosotros nos da igual tanta critica destructiva porque estamos seguros de cuánto tenemos y hacemos, de nuestros valores y de nuestra idiosincrasia, de nuestro estilo cofradiero y de nuestro caracter, porque esos siempre han sido nuestros principios y es ahí donde radica la grandeza de nuestra Hermandad. Y es que ante los resquemores y la mala fe, nosotros ponemos la gracia de un palio, las flores de un mundo, el piropo de un pueblo y el abrazo de un barrio.

En lo que respecta a la Virgen... ¿De verdad creen que nuestra fe y nuestro amor se apoyan en la firma que se esconda tras la autoría de la Imagen?, ¿de verdad creen que a nosotros nos importa quién hiciera a nuestra Esperanza?. Quizás seais vosotros mismos los que necesiteis apoyaros en un escultor de renombre del siglo XVII para tener fe en la Imagen que os sustente. A nosotros no nos hace falta, porque nuestra fe está por encima de eso, y nos da exactamente igual quien hubiera tallado tan soberano rostro: la amamos con la misma pasión a través de los tiempos y de las épocas.

A nosotros, creanme, no nos paramos a pensar a quien se deba su autoría. Si la hizo Astorga, Ordoñez o Lastrucci no es algo que nos agobie, ni que nos detenga el corazón a la hora de profesarle el amor con el que agradecemos ser hijos suyos. Cuando la miramos... Es tan insuperable su belleza y tan inalcanzable su ternura que hasta el tiempo se detiene en sus ojos...

¿Creen que nos vamos a detener en pensar quién la hiciera?. Cuando ni siquiera el fuego pudo detener los cauces de su soberana hermosura, en palabras del padre Cué "más bonita cada día ¡más bonita cada día!" ¿creen que a nosotros nos quita el sueño quién la hiciera?. ¿Creen que nuestro amor, nuestra devoción toda y la de miles de personas se basan en quién la hiciese?. ¿Creen que si su escultor no fuera famoso ni reconocido dejariamos de amar a nuestra Esperanza?. ¿Creen que los presos de la antigua cárcel del Pópulo se paraban a pensar quién hizo ese divino rostro para dedicarle las saetas más bellas?. ¿Creen que los barcos que besaban el Puente de Triana en la Madrugada del Viernes Santo a fin de iluminar su paso sobre el río necesitaban saber quién la hizo para colmarla de luz?. ¿Creen que Font de Anta o López Farfán necesitaron contrastar la autoría de tan soberana Efigie para componerle sus marchas más hermosas?. ¿Creen que al mudo de Santa Ana le hace falta saber quién la hizo para romperse aún más la garganta gritandole guapa en la mañana del Viernes Santo?. ¿Creen que a Fernando le importaba conocer quién labró a su Madre cada vez que la vestía y le componía su amoroso refregador?. ¿Creen que Florencio Quintero o José María Rubio requerían saber su autoría para componerle los versos más profundos?. ¿Creen que a las nubes del cielo les importó saber quién hizo a la Esperanza para ofrecerle las estrellas del firmamento en aquella Madrugá de 2004?. ¿Creen que a Juan Pablo II le importó conocer al autor de tanta belleza para dedicarle a la Esperanza la Coronación más grande que nunca se ha visto en Sevilla?... ¿No se dan cuenta que a quien les está quitando el sueño esta historia es a ustedes mismos que, en el fondo, no pueden dejar de pensar en Ella...?

A lo largo del siglo XX siempre se ha intentado silenciar toda la grandeza que rodeaba a la Virgen de la Esperanza. Pese a todo, estampas tan históricas como su paso por el Pópulo o su magnificencia en el templo de San Jacinto forman parte de las paginas de oro de la Semana Santa sevillana a través de los tiempos. Y ahora, con el monopolio de la información desintegrado gracias a las nuevas tecnologías, las censuras y los silencios son historia. La repercusión que a todos los niveles alcanza la Esperanza de Triana no tiene ya fronteras, aunque algunos quieran aún concentrarlo unica y exclusivamente en su barrio.

Poseedora de la única Coronación Pontificia que en el mundo de las Cofradías sevillanas existe, con la Medalla de Oro de la Ciudad concedida, con una Hermandad que supera los once mil hermanos y que pronto necesitará dos manos para contar sus siglos de historia, ¿creen que nos va a importar quién hiciera a nuestra Esperanza?.

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