1 de junio de 2011

¡Viva la Esperanza de Triana!



En esa frase se resume todo el sentimiento, toda la fe y todo el amor que levanta la Esperanza de Triana en el pueblo de Sevilla. Es el grito que brota de la emoción más profunda, la que sale desde dentro del alma y la que contiene mayores dosis de pasión hacia la que es pasión de un barrio que no acaba en el río, ni en la Giralda, ni en ningún sitio, porque Triana no conoce fronteras en esta ciudad de la gracia.

¡Viva la Esperanza de Triana!... Y así es, porque así nace y se describe el amor de un pueblo hacia su Virgen más bella. Vivas que salen de dentro del corazón, de su rincón más sensible, y que eclosionan de improviso en medio del júbilo desbordado que causa la Esperanza por cada calle que pasa. Vivas en Pureza cuando la Virgen sale y se reencuentra con su pueblo, su barrio, su gente... Vivas bajo los sueños de miles de petalos que van besando su palio en la Madrugada del Viernes Santo, mientras sus ojos se clavan en los nuestros y perdemos la noción del tiempo... Vivas al amanecer y al regreso hacia su barrio, en el primer rayo de sol que le espera en el Postigo, para que la mañana se convierta en ascua de oro a las puertas del Baratillo. Vivas en el Pópulo rememorando saetas carceleras que ahora brotan del cielo dentro de esa recobrada libertad que conquistaron las almas de aquellos que se agarraron a la mano de su Esperanza, a través de la soleá y de la reja de la cárcel...

Vivas en el Altozano, ante el delirio de su barrio, "que se llamaría Esperanza si no fuera porque Dios quiso ponerle Triana", y en Santa Ana, desde la garganta muerta de un hombre que encuentra en la Virgen la voz que durante el año le falta. Vivas en Pureza, a las puertas de su Capilla, donde el Padre Cué la encontraba "más bonita cada día, más bonita cada día" en el libro que él mismo tituló igual que este blog: ¡Viva la Esperanza de Triana!...

Y así, con ese grito puesto en el cielo, Triana levanta a su Esperanza y la pasea por las dos riberas del Guadalquivir. Nunca se reflejó tanta hermosura en las aguas del río. Nunca el sol se vió tan deslumbrado. Nunca la mañana fue más trianera. Nunca la Giralda envidió tanto a la torre de Santa Ana. Por Ella... Por la Esperanza...


"Se hizo de luz la mañana

y el Sol te besó con su luz;

Sevilla te hizo su Capitana

porque no vió Reina como Tú,

¡Viva la Esperanza de Triana!"

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