14 de junio de 2011

Para el recuerdo...

Sobre el antiguo adoquinado del Puente, nazarenos y público en general aguardan el disparo del fotografo. No era algo habitual, por eso la expectación es máxima. Solo hay que contemplar la cara de la gente.

Nos encontramos en la mañana del Viernes Santo de 1922. En aquel año se estrenaron las túnicas nazarenas de la Virgen, con la sotana y el antifaz de raso verde y la capa blanca de merino, y fue el último en el que el palio de nuestra Esperanza saldría con su forma de cajón. En la estampa quedan recogidas hasta cuatro insignias de la Hermandad: el primitivo estandarte, y tras él, el Sine Labe que sacaba la Cofradía hasta el estreno de nuestro Simpecado en 1928, la bandera de Hermandad a la izquierda y, delante, el nazareno que porta el libro de reglas. Desde luego, la foto no refleja precisamente el buen orden de la Cofradía, pero no deja de ser curioso e interesante el ambiente popular y costumbrista que nos ofrece, además de los datos que nos aporta. Sin duda, una estampa para el recuerdo.

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