30 de noviembre de 2011

La Puerta de Triana

Las antiguas murallas de la ciudad contaban con trece puertas que servían de acceso a la urbe hispalense. Todas ellas acabaron convertidas en escombros entre 1858 y 1871, excepto la de la Macarena, que por desembocar en terrenos dedicados a la labranza del campo no fue tocada por la piqueta.

La fotografía que les mostramos nos ofrece una vista de la Puerta de Triana desde lo que sería actualmente la calle Reyes Católicos. A decir de los cronistas de la época se trataba de uno de los accesos a la ciudad más hermosos que tenía, tanto por su majestuosidad como por su arquitectura, con cuatro enormes columnas, balconada y frontón de estilo clásico, no en vano había sido diseñada por el arquitecto Juan de Herrera, siendo acabada de construir a finales del año 1588.

La Puerta de Triana estaba ubicada exactamente en las confluencias de cuatro calles, que son San Pablo, Reyes Católicos, Zaragoza y Gravina. Por ella accedió a la ciudad en 1729 Felipe V; Carlos IV lo hizo en 1796; José I en 1810 al invadir la ciudad con sus tropas francesas; Fernando VII en 1823 y la reina Isabel II en 1862.

Pero de nada le valió a esta Puerta su belleza ni su historia ya que acabó convertida en escombros en el año 1870.

Hoy hemos querido traerla a nuestro blog y a esta sección del mismo, pues aunque la Puerta de Triana no se encontraba en nuestro barrio, sino frente a él, el hecho de llevar su nombre por bandera la hace como nuestra. Quede aquí, pues, su recuerdo.

11 de noviembre de 2011

Una travesía de seis siglos 1418-2018.

Como Divina Marinera que es, cruzando los mares del tiempo, pronto la Hermandad de Nuestra Señora de la Esperanza cumplirá seis siglos de existencia. Lejos, muy lejos, queda ya en el tiempo aquel año de 1418 en el que los ceramistas trianeros decidieron tomar a Nuestra Señora de la Esperanza como protectora y abogada e iniciar juntos así tan felíz singladura.

El nacimiento, como no podía ser de otra manera, fue en la Parroquia de Santa Ana, templo que desde su levantamiento posee el título de Real, y como Real, supo darle a Triana a la Reina de sus cinco sentidos.

La historia dice que, al fundarse la Hermandad, fue la primera en nuestra ciudad creada bajo el título de la Esperanza. Pero no solo eso, del mismo modo se trata de la Hermandad más antigua de nuestra Semana Santa fundada por un gremio: en este caso, el de los ceramistas, uno de los pilares históricos del barrio trianero. Por eso, con la travesía de seis siglos cumplidos a la vuelta de la esquina, volveremos a rememorar a aquellos ceramistas del siglo XV de los que heredamos el mejor de los frutos nacidos en la orilla trianera a través de los tiempos y, haciendo como ellos hicieron, nos volveremos a poner bajo el manto protector de nuestra Esperanza en busca de otros seiscientos años de amor.

En seis años, nuestra Hermandad cumplirá seis siglos. Seis siglos que se disuelven en el aire cuando la miramos a Ella a los ojos y encontramos la puerta de la eternidad. Seis siglos de amor inquebrantable, seis siglos con nombre y apellido: Esperanza de Triana.

13 de julio de 2011

La Virgen de la Esperanza en versos de Fernando Lastra.

I

"Te ví un día, Esperanza de Triana,

en tu Capilla de calle Pureza

y prendado quedé de la belleza

que guardas en tus ojos de gitana"

II

"Comprendo que la villa sevillana

exaltando tus dotes de grandeza

incline, cuando pasas, la cabeza

y te rece de noche y de mañana"

III

"Cuando llega la Semana de Pasión

siempre habrá una saeta callejera

como un grito de respeto y oración"

IV

"Alabando a una Virgen marinera

que en mil pedazos les da su Corazón

a su gente sencilla y trianera"

12 de julio de 2011

El Puente de Triana.






Si la Giralda es el simbolo por antonomasia de Sevilla, el Puente lo es de Triana. El Guadalquivir no sería el mismo hoy a su paso por Sevilla sin la estampa de su Puente "vestido de lunares", tal como se le ha descrito en más de una ocasión. Puente con nombre de reina que acaba claudicando ante la fuerza de un barrio que pone en el cielo de la ciudad el nombre de Triana. Puente que murió en Paris en 1825 y que renació en Sevilla en 1852 porque quiso cambiar las aguas del Sena por las del Guadalquivir. Puente que tiene la dicha de tocar las dos orillas sevillanas, de abrazar al río y de mirarse en el espejo de sus aguas.


Hemos querido traer en esta ocasión a esta sección tres estampas del Puente de Triana. Porque el Puente ciertamente es de Triana, pertenece al barrio, ya que de hecho consta registrado con el mismo codigo postal que el resto del histórico arrabal.


La primera fotografía es antigua y nos ofrece claramente la fisionomía original del Puente, tal como fue concebido, salvo pequeños detalles como las farolas, que no son las primitivas. Podemos observar la estructura de hierro de los tres arcos, cada uno de 48 metros de longitud, así como las volutas que embellecían el tablero del Puente en su cara exterior. También contemplamos la antigua barandilla y, en la distancia, una calle Betis sin el edificio del Faro, y un Paseo de la O en el que aparece indeleble en el tiempo el Callejón de la Inquisición. La fotografía debe estar fechada en los primeros años del siglo XX.


La segunda fotografía, mucho más actual, recoge la misma perspectiva del Puente, pero tomada desde la cara opuesta, la que mira a la Cartuja. Hemos elegido esta foto porque refleja claramente la fisionomía actual del Puente y sus cambios en relación con la estampa anterior. La llegada del tranvía y el peso de los nuevos vehiculos demandó un tablero más resistente y ancho que facilitase la movilidad en el paso entre ambas orillas. De esta manera, en el año 1918, se emprenden las obras de remodelación y adecuación del Puente trianero. Bajo proyecto de Felix Rámirez Doreste, en 1917, se ejecuta un nuevo tablero que permite duplicar las vías de los tranvías, y se diseñan los voladizos laterales que hacen que las aceras peatonales salgan de la propia anchura del Puente. Fue entonces cuando se aprovechó también para sustituir las antiguas barandillas por otras más hermosas que perduran hasta la actualidad. De este modo, posiblemente el Puente perdió su fisionomía original, pero ganó en funcionalidad de cara a los nuevos tiempos. En la fotografía pueden observarse los mencionados voladizos peatonales que a partir de 1918 ensancharon la calzada del Puente.


Y finalmente hemos dejado para el final una estampa de la Stma. Virgen de la Esperanza cruzando tan bellisimo enclave de nuestro barrio en la jornada del 31 de mayo de 2009, con motivo del XXV Aniversario de su Coronación. La Esperanza, el Puente y el Río, los tres simbolos eternos de Triana, que tiene anclados en ellos los sentimientos más hondos de su razón de ser.

11 de julio de 2011

Portada de nuestros Boletines III

Portada del boletín de la Hermandad, primero del año 1993, en el que aparecía una fotografía de la Virgen de la Esperanza, en la Madrugada del año 1990, poco antes de entrar en la Catedral. Esta imagen quedó clasificada en segunda posición dentro del concurso Cartel Triana 1993. Su autor, Manuel Leal Adorna.

El Señor de las Tres Caídas en el sentir de José María Rubio.


I

"Por el suelo de Triana,

Cristo de las Tres Caídas,

con la mirada perdida,

tu oscura pena se arrastra.

¡Quién fuera tu cirineo

en esa noche tan larga!"

II

"En mis hombros pecadores

llevaría la dura carga

de la cruz de mis pecados

por tus calles solitarias.

Mi fuerza sería tu fuerza,

mi espalda sería tu espalda,

mis dolores tus dolores

y mis labios tu esperanza"

III

"Tú irías, Señor, adelante

y yo al paso de tus andas,

con tu cruz de puente a puente,

con tu cruz de Madrugada,

una noche sin caídas

tras las huellas de tus plantas"

IV

"Más si no puedo, Dios mío,

servirte en tan dura carga,

si han de besar tus rodillas

este suelo de Triana,

hazme piedra del camino

para tu mano apoyada,

y en la roca de mi vida,

sobre el barro de mi alma,

levantate, Cristo mío,

sosteniéndote en mi espalda,

que si caes setenta veces,

setenta veces las andas

de tu cruz y tus dolores,

de tu eterna Madrugada,

serán tu amor y mi fuerza

para tu mano apoyada

en la piedra de mi vida

que es el barro de Triana"


(Pregón de la Semana Santa sevillana del año 1991 pronunciado por D. José María Rubio Rubio)

7 de julio de 2011

En el vergel de la Esperanza...

La majestuosidad de un paso de palio, o su señorío al atravesar cualquier calle de la ciudad, no tiene porqué ir reñido con la gracia de saber mecerlo o con la gracia de saber exornarlo adecuadamente. Y es que muchos confunden majestuosidad y elegancia con sobriedad y es ahí donde radica el problema o el desentendimiento. Porque es cierto que un paso de palio no puede ir sobrio y con gracia, desde mi punto de vista no casa, pero sí majestuoso y con gracia, que es diferente. Y es ahí donde se coloca la Esperanza.

La Esperanza, cuando se ve venir, viene majestuosa: por su andar tan puro y tan suyo; por sus flores, únicas donde las haya, y por la estampa de la propia Virgen en el paso, que es arrolladora. Y cuando pasa, pasa con la gracia de su barrio, de su gente, de su Cara tan sobradamente guapa, que no le hace sombra ni las azucenas de la Giralda.

Y ya que hablamos de flores diremos que la Esperanza de Triana lleva las más bellas que se pueden encontrar. No hay un paso de palio en Sevilla que lleve más flores que la Esperanza, ni más hermosas, porque para Ella se escogen las más bellas que en el jardín del universo se pueden encontrar.

Hemos visto su paso adornado con rosas blancas y con rosas rosas. Lo hemos visto con gladiolos blancos y con gladiolos rosas (Madrugada de 1984). Lo hemos visto con calas, liliums, orquideas de muchas clases, camelias blancas y rosas, dendrobiums, watsonias, nardos, azucenas, lilas blancas y, como no, claveles. Pero la Esperanza no solo ha marcado un estilo en las flores que ha usado a través del tiempo, sino también en su colocación en el paso, creando sus propias señas de identidad. Suyas son las grandes esquinas de flores que tanta gracia le imprimen al paso, al compás de sus costaleros. Suyas son las delanteras en forma de cascadas de flores que rebosan hasta el respiradero. Suyas son las jarras entremezcladas de flores, haciendo de la composición un conjunto singular. En su exorno hay dedicación, belleza, personalidad y valentía, porque si hay una Virgen en Sevilla que rompa los moldes establecidos en exornos florales esa es, sin duda, la Esperanza de Triana. Cuando los inamovibles de la Semana Santa han querido decirle al resto lo que estaba bien o mal esteticamente, la Esperanza de Triana desarrollaba su propia personalidad y se guiaba por Ella misma, sin que nadie le marcase las directrices a seguir. En el año 1976, la Virgen revolucionó la estetica floral y apareció en la calle exornada por completo con rosas rosas, estampa que se repitió treinta años después, en 2006. Recordamos que en estos tonos rosas le gustaba a Antonio Ordoñez el palio de la Esperanza. Con Vicente Acosta se hizo fuerte el gladiolo, que también los sacó en tonos rosas en la Madrugada de 1984, víspera de la Coronación y en cuya mañana de Viernes Santo vino a visitarla su Majestad el Rey D. Juan Carlos. Con Luis Murillo como hermano mayor, el paso de la Virgen sufrió un recorte en su exorno floral en cuanto a la cantidad (años 1990 y 1991) que no de estilo, porque la Virgen mantuvo sus esquinas y su exorno particular. Con Alfredo Álvarez Mensaque, el paso volvió a mostrar su sello caracteristico. En 1992 sacó las orquideas que el Pabellón de Portugal en la Expo le regaló a la Virgen traídas expresamente de Madeira para Ella.

Para bien o para mal, es cierto que a día de hoy el clavel es una flor que está en decadencia dentro de la Semana Santa sevillana. Bien por modas pasajeras o bien porque definitivamente se abre el abanico de posibilidades a la hora de adornar floralmente un paso de palio, lo cierto es que el clavel ha perdido terreno. Y es que el clavel fue una flor recurrente en la decada de los 40 y 50 que ofrecía unas caracteristicas que no ofrecían otras flores en aquella época: durabilidad, manejabilidad y economia para los tiempos que corrían. Por eso, al ser una flor barata, bonita y fuerte, muchas Hermandades se decantaron por ella en tiempos de crisis. En algunas Cofradías de sellos llamemosle "rancios" han perdurado tanto que sus juntas de gobierno sienten cierto recelo o complejo a la hora de sustituirla por otra flor que, aunque pudiera ser mas hermosa, más delicada y con más empaque, son inamovibles.

Sin embargo, en otros pasos de palio en los que los claveles eran insustituibles, finalmente han sido cambiados en beneficio de otras flores más hermosas y con más encantos que ofrecer que el clavel.

En Sevilla existen tres pasos de palio que son autenticos referentes en el arte floral de nuestra Semana Santa: los de la Virgen de la Concepción, del Silencio, y las Aguas del Museo junto a nuestra Esperanza. El primero porque si hay un estilo floral que ese sí debe ser inamovible es el de la Concepción del Silencio: azahar, el perfume de la pureza, para llenar la plata de su paso de palio. El segundo porque la Virgen de las Aguas siempre marca unas pautas dignas de alabar, haciendo de la flor exotica un ejemplo de elegancia dificil de superar. Y la Esperanza porque rompe los moldes clasificados y convierte su paso de palio en un modelo a seguir dentro de la Semana Santa sevillana. Además, la Esperanza despierta cada Madrugada la ilusión y la sorpresa de saber qué flores llevará la Virgen este año. Es una espera que, en forma de guinda, corona nuestras ilusiones y que cada año nos llena de gozo cuando la contemplamos tan sumamente bella en su paso de palio, esperando la salida procesional en la Capilla de los Marineros.

Hay quien critica la cantidad de flores que lleva la Esperanza en su paso, y no es que Ella vaya sobrecargada (que lleva las que tiene que llevar un paso de palio como el suyo), sino, porque por esa regla de puntos de vista, también nosotros podríamos alegar que otros van muy pobres de flores, tanto en número como en variedad. Apliquemos el dicho popular de que más sabe el demonio por viejo que por demonio, aquí las criticas ya sabemos de dónde parten y de quienes vienen...

Si defendemos que las artes tradicionales sirven de expresión y configuran un lenguaje particular a través del bordado o la orfebrería, también el arte de exornar con flores un paso de palio puede configurar una manera de expresar, una manera de ser y una forma de sentir. Esa es la Esperanza de Triana. En sus flores está el amor de Triana, en sus flores está la devoción de miles de personas, en sus flores está la locura que su paso levanta por las calles de Sevilla...¿Que por qué lleva tantas flores?: porque es la Esperanza de Triana.

La personalidad tan arrolladora que en la calle tiene la Esperanza de Triana podría incluso resumirse en su estetica floral. Es todo tan desmedido, tan grande, tan infinito, que es como si quisieramos reflejar en él la devoción que despierta la Esperanza en el pueblo de Sevilla. No hay barreras que puedan contenerla. Todo es derroche: su palio, de gracia; sus manos, de consuelo; su cara, de belleza, y su paso, de flores. Y quien no quiera entenderlo, no le pido que lo haga, pero si que lo respete, porque así es la Esperanza, ese es su estilo y esa es su personalidad. Y me van a permitir que lo diga, porque lo que carece de coherencia es que otras Dolorosas vayan cargadas de joyas y de bordados hasta la saciedad y luego luzcan cuatro claveles por jarra, o que un palio de barrio vaya caminando como si fuera otro de cajón... Eso no es coherente y sucede.

Gracias a Dios, la Esperanza siempre será la misma, porque Ella no se deja influir por las "imposiciones" de aquellos que manusean la Semana Santa. Algo bueno tenía que tener haber nacido, crecido y vivido siempre extramuros de la urbe y al otro lado del río...

Algunos han llegado a calificar el estilo floral de la Esperanza como un "jardín botánico", siendo en realidad un autentico halago, pues carece de todo sentido ofensivo. A vueltas con la incultura que se apodera de muchos. Y es que en un jardín botánico se dan cita multitud de selectos vegetales, plantas y flores que no se encuentran en cualquier sitio y que requieren unos cuidados especiales. En ellos se estudian e investigan especies de todo el mundo. Jardines botanicos fueron creados por el primer Gran Duque de Florencia, Cosme de Medicis, en 1543, en la ciudad de Pisa o por Fernando VI en Madrid, en 1755, lo que demuestra la importancia que han tenido a lo largo de la historia. Es por todo esto y más, que el hecho de llamar o denominar al estilo floral de nuestra Esperanza como "jardín botánico" no deja de ser un admirable piropo que cuadra perfectamente con ese magnifico vergel de flores que acompaña a la Virgen cada Madrugada de Viernes Santo, mientras otros pasos de palio han de conformarse con manojitos de claveles a 5 euros la docena...

Las flores en la Esperanza juegan también un papel simbólico. La explosión devocional que Ella despierta en el pueblo es fielmente reflejada en esa otra explosión de flores que es su paso de palio. No hay moldes a los que la Esperanza esté sujeta. Ni fronteras que Ella no cruce. Porque si a los amores de nuestras vidas siempre les hubimos regalado flores en señal de nuestro amor, la Esperanza, por amor, lleva más que nadie. Y Ella, querida y amada es como ninguna. Y eso es también cuestión de flores...

Flor de las flores

Paso de palio de la Esperanza entre 1981 y 1983. Aún se conservaba la vela rizada delante de cada varal delantero.

Paso de palio de la Esperanza en el año 1987 cuando sacó la medalla de la ciudad engarzada en una gargantilla.


Paso de palio de la Esperanza en el año 1991, con los faldones estrenados ese año, realizados por Benjamín Pérez, y el recorte floral que experimentó el paso un año antes, en 1990, y que tuvo continuación en este de 1991. Año de la retransmisión por Canal Sur televisión de la salida de la Hermandad desde la Capilla hasta el Puente de Triana.



El paso de nuestra Esperanza en el año 1992. La Virgen sacó entonces orquideas de la isla de Madeira, que fueron traídas expresamente para Ella y donadas por el Pabellón de Portugal en la Exposición Universal de Sevilla celebrada aquel año. Fue el último que la Virgen procesionó acompañada por la Banda de la Esperanza de Triana (aquella formación de uniformes verdes que pertenecía en realidad a la Cruz Roja) y también el último en el que los faldones salieron con su fisionomía original. Solo dos años aguantaron así: 1991 y este. Por otra parte hay que decir que aquel año el Stmo. Cristo de las Tres Caídas acudió en la tarde del Sábado Santo al Santo Entierro Grande que se organizó con motivo del V Centenario de la Evangelización de América.



Paso de palio de Ntra. Sra. de la Esperanza en el año 1993, donde se observa la recomposición de los faldones, que no obtuvieron mucho éxito y acabarían por sustituirse por completo en 1997, siendo usados sus bordados en la confección de una saya y un manto blanco de camarín para la Stma. Virgen. La Stma. Virgen procesionaría acompañada por la Banda Municipal de Camas.


En el año 1997 la Stma. Virgen de la Esperanza de nuevo procesionó exornada con orquideas, tal como puede apreciarse en esta fotografía. El palio había sido pasado a nueva malla en el taller de Fernández y Enriquez y se estrenaba el juego de faldones, que seguían la estetica de los antiguos, con broches en las esquinas y cartelas en los centros. Se recuperaba, del mismo modo, la caracteristica flequería de los respiraderos, que se perdió en la segunda mitad de los 80.


Paso de palio de la Esperanza de Triana en el año 2001.


Paso de palio de Ntra. Sra. de la Esperanza en el año 2007.



Paso de palio de Ntra. Sra. de la Esperanza dispuesto para la procesión extraordinaria del XXV Aniversario de la Coronación en 2009. Era novedad la flequería de las bambalinas. El exorno floral fue exquisito.


Paso de palio de la Esperanza trianera en el año 2010.


Paso de palio de Ntra. Sra. de la Esperanza en el año 2011. No salió por causas de la lluvia.

14 de junio de 2011

Triana en blanco y negro

Triana tiene siempre en su horizonte a Sevilla, y Sevilla siempre tiene en el suyo a Triana, que es por donde cada día se pone el sol dando paso a las estrellas.

Desde el Paseo de Colón alguien se asomó al río y con su vieja camara dió lugar a esta estampa. Todo le debió parecer hermoso ante su mirada: el trasiego de gente, las labores del muelle, la corriente del Guadalquivir, el caserio de un barrio y ese brazo férreo que se apoya en las dos orillas sevillanas que es el Puente de Triana. La fotografía nos muestra a una Capillita del Carmen en construcción y a un Puente sin faroles que lo iluminen. La fotografía data de 1927.

Portada de nuestros Boletines II



Ahora que nos encontramos en fechas muy cercanas al Corpus de 2011, hemos querido rescatar de nuestro archivo la portada del boletín de nuestra Hermandad correspondiente al periodo de junio y julio del año 1987, en la que se puede contemplar a la hermosa Custodia del Corpus de Triana, besada por el sol de la mañana, a su paso por la calle Rodrigo de Triana.

El boletín, que tenía 8 hojas incluyendo la portada y la contraportada, destacaba como noticia en su interior el traslado de los restos mortales de D. José Sebastián y Bandarán a nuestra Capilla de los Marineros en la jornada del 28 de marzo de aquel año.

Para el recuerdo...

Sobre el antiguo adoquinado del Puente, nazarenos y público en general aguardan el disparo del fotografo. No era algo habitual, por eso la expectación es máxima. Solo hay que contemplar la cara de la gente.

Nos encontramos en la mañana del Viernes Santo de 1922. En aquel año se estrenaron las túnicas nazarenas de la Virgen, con la sotana y el antifaz de raso verde y la capa blanca de merino, y fue el último en el que el palio de nuestra Esperanza saldría con su forma de cajón. En la estampa quedan recogidas hasta cuatro insignias de la Hermandad: el primitivo estandarte, y tras él, el Sine Labe que sacaba la Cofradía hasta el estreno de nuestro Simpecado en 1928, la bandera de Hermandad a la izquierda y, delante, el nazareno que porta el libro de reglas. Desde luego, la foto no refleja precisamente el buen orden de la Cofradía, pero no deja de ser curioso e interesante el ambiente popular y costumbrista que nos ofrece, además de los datos que nos aporta. Sin duda, una estampa para el recuerdo.

11 de junio de 2011

El Stmo. Cristo de las Tres Caídas en versos de Florencio Quintero.



I

"¡Ay! que ya no puede más

con el peso del madero.

Por tercera vez Jesús,

de cansancio va cayendo.

Lleva una rodilla en tierra

y en un peñasco los dedos

de la mano, y con la otra,

sigue la cruz sosteniendo"

II

"¡Ay! que ya no puede más

con el peso del madero

y siendo carne de Dios

besa humildemente el suelo.

Toda la Gracia hecha carne

en Jesús Nazareno,

es más Gracia por jurar

al Poder, pero no quiero.

Es la Gracia del Perdón

sobre la tierra del Cielo.

Viene por la Madrugada

bajo un manto de luceros

con un sayón que le obliga

y un centurión "caballero"

que va indicando el Calvario

donde en la cruz Dios fue muerto.

Triana no hizo los clavos

ni en su yunque ni en su fuego

Triana no podía ser más

que un santo Cirineo"

III

"Una brisa de amargura

hace su dolor moreno

y un compás de martinete,

con hondo estremecimiento,

de los fuelles suspirando

y del machacar del hierro

va fraguando la saeta

que es cante de su consuelo"

IV

"Y va Triana detrás

de Jesús el Nazareno

para levantar su cruz

hecha de barro alfarero.

Y Triana va detrás

mitigándole su peso

hecha barca y vela blanca

en rosario marinero.

Y va Triana detrás

de Jesús el Nazareno

hecha saeta y plegaria

con un traje de torero.

Y va Triana detrás

ceramista, cante y fuego,

para ayudarle a llevar

todo el peso del madero"

V

"¡Ay! que se va a levantar

Jesucristo el Nazareno.

¡Ay! que se levanta ya

bajo un manto de luceros.

Triana se ha convertido

en un santo Cirineo"

Cuando el arte se llama Triana...



Triana es cuna del flamenco más profundo porque lo dice su historia a través del tiempo. También lo ha sido de otros menesteres, como del toreo, a cuyo arte Triana le ha dado lo mejor que se ha visto en el mundo. Y son en estas dos artes donde ha de estar presentes, entre otros lógicos dones, la virtud de la gracia.

La gracia no se hace, no se aprende, tampoco se enseña, porque por más que se quisiese enseñar sería imposible inventarla o implantarla en quien no la tiene. Con la gracia se nace y, una vez cumplido el primer protocolo, se vive con ella en la sangre, como cualquier otra virtud, pero no esperen aprenderla porque no es algo que se imparta o se despache detrás de cualquier mostrador. Porque primero habríamos de explicar en qué consiste, qué es la gracia, dónde habita y qué debemos hacer para captarla. Y eso no está al alcance de sensibilidades mediocres. A la primera pregunta responderiamos diciendo que la gracia es el don de causar emoción ante una situación determinada. La gracia es el arte de la elegancia, del garbo, de la desenvoltura que acaba cautivando a la persona que la contempla. Pongamos un ejemplo: vease a la Esperanza de Triana en las confluencias de San Jacinto con Pagés del Corro en la mañana del Viernes Santo...

A la segunda pregunta contestaríamos diciendo que la virtud de la gracia habita en pequeños detalles que se hacen grandes a los ojos del corazón: el refregador de Fernando enmarcando el rostro sublime de la Esperanza; el compás de su palio por la calle Pureza o el arte de una cuadrilla metiendo en calle Sierpes al misterio del Stmo. Cristo de las Tres Caídas... Ahí habitan verdaderos caudales de gracia, derrochada sin complejos de ningún tipo.

La gracia se percibe en el aire salado de la calle Betis, por ejemplo. No me pregunten por qué, pero no es el mismo aire el que se respira aquí que el que se respira en el Paseo de Colón. Allí el aire se mezcla con el tráfico y pierde su gracia. En la calle Betis no. En la calle Betis, el aire corre limpio besando el Guadalquivir y trayendo en sus entrañas aromas de la mar. No es lo mismo.

La gracia es como un duende que adopta cualquier forma y se encarna en cualquier sitio, surgiendo en el instante menos esperado. Sí, porque la gracia posee el don de la sorpresa y, por ello, la capacidad inevitable de emocionar. La gracia consiste, por ejemplo, en combinar el arte del toreo y del flamenco con el toque de una corneta y el sentimiento de un costal. Y de esto se imparten autenticas cátedras en la calle Pureza...

Al paso hay que darle el temple perfecto de una gran faena en la Maestranza; y hay que darle el pellizco de una soleá del Zurraque; y hay que darle el compás que requiere cada momento, y la garra que tienta el corazón, y la fuerza que te levanta el alma, y el poderío del arranque hacia delante, y la valentía de los tres pasos, y el mimo de la mecida sobre los pies, y la firmeza de un izquierdo por delante, que marca el camino en ese andar costalero, costalero de Triana, que desde ayer, hoy y siempre robaron el alma de Sevilla. Porque si a los toreros del arrabal trianero que salían por la Puerta Grande se les llevaba a hombros hasta su casa sin poner un pié en el suelo, cuando el Señor de las Tres Caídas se dispone a tomar la embocadura de la calle Sierpes es como si saliese a hombros por la puerta grande de nuestra Semana Santa... No hay faena mejor... No existe mejor chicotá...

Triana, como sinónimo de la gracia, es como una copla de Marifé donde se funden la fuerza, el señorío y la gracia. Triana es como la Cucaña sobre el río, porque nunca un barco con menos graduación pudo suponer tanto en las aguas del Guadalquivir. Y es que Triana, que no sería la misma sin su Puente ni su calle Betis, tampoco podría ser la misma sin el don de la gracia que ella tiene como quintaesencia de su historia. Por eso, cuando el Señor de las Tres Caídas asoma por la Campana, la Campana se convierte en Plaza de la Maestranza donde Triana volverá a desgranar su arte con letras de oro. Gracia torera en el ruedo de la Campana y, en el aire, el quejío desgarrador de un cante por soleares que ha cruzado el Puente desde la Cava. En el cielo de Sevilla, cornetas blancas de Triana. En el corazón, el pellizco costalero que viene desde la calle Pureza. En las pupilas, el rostro nazareno de un Cristo que levanta a Sevilla con su mano apoyada en las dos orillas del Guadalquivir. Y en la negrura de la Madrugá, el oro viejo de un barco que navega por la Campana convirtiendo la gracia en oleaje de emociones, mientras en el mascarón de proa, para todos aquellos que no saben donde habita la gracia, el centurión romano se asoma a los guardabrisas y les marca el camino... Triana...



La gracia se identifica muchas veces con la sal, y la sal con el mar, y en ese mar navega como nadie la Esperanza de Triana. Su nave lleva doce mastiles de plata que abren al cielo sus velas de oro. En la proa el llamador y las gargolas de plata. En la popa, su verde manto de amor. Y comandando la nao, la Capitana más guapa que jamás el mundo ha visto. En su pecho de Madre, Triana echa el ancla. Y así, cruzando las aguas del río por dos veces, la Virgen Marinera acaba llevandose consigo al puerto que le abre el Altozano su tesoro de almas entregadas.

El arte de la gracia... Por suerte o por desgracia, Triana quedó relegada fuera de la ciudad en tiempos en los que Sevilla estuvo rodeada de almenas. Triana, entonces, tuvo que reinventarse constantemente mirandose en el espejo del río, el mismo río que la vestía de fiesta o la teñía de muerte. Quizás ahí radique la verdad de su existencia y el misterio de su gracia: el haber nacido en la orillita del río, el haber tenido la dicha de nacer en Triana...

10 de junio de 2011

Los contras de ser la Imagen más bella de Sevilla



Cuando quieran hablar, conversar o intercambiar pareceres y vivencias en torno a las Cofradías de manera apacible y sana les daré un consejo: no habituen los foros o redes sociales que abundan en internet, ya que puede acabar dañado y dolido en lo más hondo de su corazón como consecuencia de las barbaridades que se pueden llegar a decir de manera gratuita en esos medios telematicos. Y si esto sucede no resulta descabellado imaginar que en un acto de defensa quiera buscar venganza sentimental atacando de la misma manera y, por tanto, cayendo en el mismo error, a quienes nunca debemos ofender ni atacar: a las Imagenes, nuestras Imagenes, donde se concentran el amor y la devoción de miles de personas. Porque si eso hacemos puede que nos convirtamos en la nueva generación de ineptos que, de la misma manera, persiguieron a nuestras Hermandades en la decada de los treinta del pasado siglo.

La Semana Santa de Sevilla es muchisimo más fragil de lo que creemos. De hecho bastan cuatro gotas de lluvia para que una Cofradía se decida a no salir en procesión en su día correspondiente. Y es que haciendo hincapié en esa fragilidad debemos tener mucho cuidado con las actitudes que tomamos en más de una ocasión. Porque al final quien acaba pagando y sufriendo las consecuencias es el nombre de nuestra Hermandad. Y en cuanto a esto, si no se pone remedio, los tiempos que vienen no son precisamente prometedores. Y lo más preocupante de todo es que en muchos casos el mal de las Hermandades radica precisamente en el interior de las mismas. Atención a esa generación de personas que se introducen en las Cofradías y fomentan la desunión entre miembros de la misma Corporación, alimentan rivalidades inexistentes entre Cofradías, hacen rodar bulos falsos y crean antagonismos infundados, fruto del aburrimiento que acechan sus vidas. Cuidado con esos mal llamados "cofrades" que solo buscan el protagonismo de vara y medalla y hacen de las Cofradías un juego de pasos. Cuidado con aquellos que quieren encontrar su sitio en la sociedad a costa de la Hermandad. Cuidado con la politica que, mezclada con fe y devoción, configuran un arma de doble filo, que en la mayoria de los casos desemboca en una doble moralidad de grado surrealista. Y es, por todo esto y más, que en muchas ocasiones acabemos dando la razón a aquellos que llegan a detestar el mundo de las Cofradías.

En los foros y redes sociales que existen en internet se pueden ver y leer autenticas barbaridades, con expresiones dificiles de entender y opiniones harto complicadas de digerir. Ser trianero y de la Esperanza ha conllevado históricamente muchos padecimientos de este tipo, y quizás por ello, ya en pleno siglo XXI, la inmunidad se acaba convirtiendo en fiel escudo aliado en estos terrenos pantanosos. Que si las flores de nuestra Esperanza, que si el andar de los pasos, que si la medalla de la ciudad, que si la Virgen está muy retocada... Miren, a ver si lo comprenden. A nosotros nos da igual tanta critica destructiva porque estamos seguros de cuánto tenemos y hacemos, de nuestros valores y de nuestra idiosincrasia, de nuestro estilo cofradiero y de nuestro caracter, porque esos siempre han sido nuestros principios y es ahí donde radica la grandeza de nuestra Hermandad. Y es que ante los resquemores y la mala fe, nosotros ponemos la gracia de un palio, las flores de un mundo, el piropo de un pueblo y el abrazo de un barrio.

En lo que respecta a la Virgen... ¿De verdad creen que nuestra fe y nuestro amor se apoyan en la firma que se esconda tras la autoría de la Imagen?, ¿de verdad creen que a nosotros nos importa quién hiciera a nuestra Esperanza?. Quizás seais vosotros mismos los que necesiteis apoyaros en un escultor de renombre del siglo XVII para tener fe en la Imagen que os sustente. A nosotros no nos hace falta, porque nuestra fe está por encima de eso, y nos da exactamente igual quien hubiera tallado tan soberano rostro: la amamos con la misma pasión a través de los tiempos y de las épocas.

A nosotros, creanme, no nos paramos a pensar a quien se deba su autoría. Si la hizo Astorga, Ordoñez o Lastrucci no es algo que nos agobie, ni que nos detenga el corazón a la hora de profesarle el amor con el que agradecemos ser hijos suyos. Cuando la miramos... Es tan insuperable su belleza y tan inalcanzable su ternura que hasta el tiempo se detiene en sus ojos...

¿Creen que nos vamos a detener en pensar quién la hiciera?. Cuando ni siquiera el fuego pudo detener los cauces de su soberana hermosura, en palabras del padre Cué "más bonita cada día ¡más bonita cada día!" ¿creen que a nosotros nos quita el sueño quién la hiciera?. ¿Creen que nuestro amor, nuestra devoción toda y la de miles de personas se basan en quién la hiciese?. ¿Creen que si su escultor no fuera famoso ni reconocido dejariamos de amar a nuestra Esperanza?. ¿Creen que los presos de la antigua cárcel del Pópulo se paraban a pensar quién hizo ese divino rostro para dedicarle las saetas más bellas?. ¿Creen que los barcos que besaban el Puente de Triana en la Madrugada del Viernes Santo a fin de iluminar su paso sobre el río necesitaban saber quién la hizo para colmarla de luz?. ¿Creen que Font de Anta o López Farfán necesitaron contrastar la autoría de tan soberana Efigie para componerle sus marchas más hermosas?. ¿Creen que al mudo de Santa Ana le hace falta saber quién la hizo para romperse aún más la garganta gritandole guapa en la mañana del Viernes Santo?. ¿Creen que a Fernando le importaba conocer quién labró a su Madre cada vez que la vestía y le componía su amoroso refregador?. ¿Creen que Florencio Quintero o José María Rubio requerían saber su autoría para componerle los versos más profundos?. ¿Creen que a las nubes del cielo les importó saber quién hizo a la Esperanza para ofrecerle las estrellas del firmamento en aquella Madrugá de 2004?. ¿Creen que a Juan Pablo II le importó conocer al autor de tanta belleza para dedicarle a la Esperanza la Coronación más grande que nunca se ha visto en Sevilla?... ¿No se dan cuenta que a quien les está quitando el sueño esta historia es a ustedes mismos que, en el fondo, no pueden dejar de pensar en Ella...?

A lo largo del siglo XX siempre se ha intentado silenciar toda la grandeza que rodeaba a la Virgen de la Esperanza. Pese a todo, estampas tan históricas como su paso por el Pópulo o su magnificencia en el templo de San Jacinto forman parte de las paginas de oro de la Semana Santa sevillana a través de los tiempos. Y ahora, con el monopolio de la información desintegrado gracias a las nuevas tecnologías, las censuras y los silencios son historia. La repercusión que a todos los niveles alcanza la Esperanza de Triana no tiene ya fronteras, aunque algunos quieran aún concentrarlo unica y exclusivamente en su barrio.

Poseedora de la única Coronación Pontificia que en el mundo de las Cofradías sevillanas existe, con la Medalla de Oro de la Ciudad concedida, con una Hermandad que supera los once mil hermanos y que pronto necesitará dos manos para contar sus siglos de historia, ¿creen que nos va a importar quién hiciera a nuestra Esperanza?.

8 de junio de 2011

La Esperanza en el sentir de Manuel Lozano Hernández.

I

"Tanto dominio de lo bello al viento,

tanta dorada gracia y filigrana.

Tanta hermosura y luz soberana

que ilumina y encanta el sentimiento"

II

"Tanta Esperanza en flor, vida y aliento

vas dando de la noche a la mañana

que te llevas la gracia de Triana

al ritmo de tu paso en movimiento"

III

"Y un clamor de ola marinera,

un velo de emoción teje en la aurora,

al contacto de Tí, Triana entera"

IV

"Primavera morena que enamora,

Esperanza en la sangre trianera

y orgullo de Triana que te adora"

6 de junio de 2011

Cuando el río suena... agua lleva

Debió ser una semana o más de lluvias en grandes cantidades, sin embargo, el sol hace su presencia en tan imponente imagen. De nuevo el río, con sus entrañas hinchadas, parece querer engullir al Puente. Y los vecinos del arrabal, que tan acostumbrados estaban a estas crecidas del Guadalquivir, salen al encuentro del río sin preocuparse del peligro que entrañaba su temida corriente, en busca de esa estampa tan impresionante como conmovedora que era asomarse al Altozano y encharcarse hasta los tobillos o agacharse a la barandilla del Puente y casi poder tocar el agua con las manos.

La estampa debe estar fechada a comienzos del siglo XX, en todo caso no más allá de 1918, que es cuando se sustituye el tablero antiguo del Puente, con sus hermosas molduras, y se ensancha su pasarela con la nueva tarima con pasos peatonales en voladizo en los laterales. Al fondo las naves del barranco, inauguradas en 1883, la chimenea de la Sevillana de Electricidad (cuya empresa nace en 1894) y la espadaña del templo de la Magdalena siguiendo la linea del Puente por su orilla sevillana.

En Triana, las aguas del río se disponen a tomar el Altozano y ya besan las jardineras en el lugar donde más tarde se levantaría el monumento a Belmonte. No aparece el edificio del Faro ni la Capillita del Carmen, y el lugar donde se asoma la cabeza del león, a esas horas, ya se encontraría bien sumergida bajo las aguas del Guadalquivir. Trianeros en barca asoman a los pies de las escaleras que llevan al Puente, mientras lo más osados se asoman a su barandilla. Sin duda, una estampa que pese a lo imponente que resulta, tiene la buena cara que a todo le pone Sevilla y, en este caso, Triana, porque hasta para desbordarse el río es capaz este barrio de ponerle vida y ambiente popular.

Portadas de nuestros Boletines I



Traemos seguidamente a este espacio la portada del Boletín de la Hermandad correspondiente al periodo de Adviento de 2010. La fotografía elegida para la misma retrata a la Stma. Virgen de la Esperanza vestida de luto en el mes de noviembre de dicho año, colocada sobre un sencillo altar efímero delante de su retablo y exquisitamente ataviada para el mes de los difuntos por su vestidor, nuestro hermano D. Javier Hernández Lucas.

Una cruz rescatada.












Muchos la recordarán colocada en vertical en el coro de nuestra Capilla. Otros la habrán reconocido revisando el archivo histórico de nuestra Hermandad, cuando el Stmo. Cristo de las Tres Caídas procesionaba con ella a principios del siglo XX. La cruz rectangular, de madera fileteada de orfebrería plateada, que durante bastantes años sacó nuestro Cristo, ha sido restaurada para la Cuaresma de 2011. Se le volvió a colocar al Señor para su Vía Crucis de traslado a Santa Ana. Y por momentos rememoramos estampas del pasado. Falta rematarla con las conteras en metal plateado y oscurecerle el color de la madera. Por lo demás, estimo que es un acierto su recuperación, debido a su propia historia. Recordemosla también sirviendo de improvisado altar sobre la pared maltrecha de la Capilla en el acto de su bendición por Sebastián y Bandarán, poco antes de que la Hermandad regresase a ella desde el templo de San Jacinto.


Les ofrecemos 4 fotografías en las que aparece la recuperada cruz. La primera de ellas se trata de una estampa antigua del Señor por la Plazuela de Santa Ana cuando solo procesionaba con el Cirineo, con la cruz cuadrangular, con la túnica bordada de Ojeda y sobre el formidable paso que el taller de Salvago y Compañía le hubo realizado en 1894. La estampa corresponde a la decada de los veinte del pasado siglo.


Las restantes fotografías corresponden a los instantes previos al Vía Crucis del Stmo. Cristo de las Tres Caídas, que sirve de traslado para sus cultos de Quinario en Santa Ana, la semana anterior al Miércoles de Ceniza de 2011. En ellas podemos apreciar la cruz recuperada del Señor, cuyo proceso de restauración ha consistido en resanarla íntegramente y rebajar su considerable peso, trabajos que se han llevado a cabo en el Centro de Formación de Artesanos de la Madera, de Gelves.

5 de junio de 2011

Versos de Manolo Garrido al Señor de las Tres Caídas



I

"Bajo la cruz verdadera

por tres veces has caído

igual que un hombre cualquiera

que con su cruz no pudiera

y su peso lo ha vencido.

Y Triana lo está esperando

que la alumbres con tu luz

para seguir caminando

sin que la hunda su cruz"



II

"Si por amor has cargado

esa cruz que te ha vencido

y tres veces has caído

bajo su peso aplastado

mirame desarbolado

y a la deriva, Señor.

Marcame el rumbo mejor,

¡oh Divino Marinero,

que es más liviano el madero

si se lleva con amor!"

4 de junio de 2011

De regreso a San Jacinto










A continuación traemos al blog cuatro fotografías realizadas al misterio del Stmo. Cristo de las Tres Caídas correlativas entre sí. Las tomas las hemos fechado entre 1955 y 1961, ya que la Cofradía, según reflejan estas fotografías, aún se encontraba residiendo en San Jacinto debido al itinerario que está tomando (el Señor viene de la Plazuela de Santa Ana por Rodrigo de Triana y tuerce hacia la antigua calle de Bernal Vidal para salir a la Cava). En las fotografías se observan las cantoneras de la cruz del Cristo, que son las actuales, realizadas en plata sobredoradas por el taller de Villarreal, siendo estrenadas en la Madrugada de 1955. De ahí que las estampas deban estar fechadas entre el estreno de estas piezas, 1955, y el retorno a la Capilla, antes de 1962.


Observamos el antiguo paso, ahora en la Flagelación de Utrera, así como la antigua disposición del misterio, con la figura del esclavo etíope tirando de la soga que se amarra a la cruz del Señor. Este misterio, así dispuesto, presentaba un problema. El hecho de que el jinete romano apareciese en el centro de la delantera del paso ocultaba frontalmente a la Imagen del Señor (observese la tercera fotografía). Centurión, Cristo y cirineo configuraban una linea recta encima del paso. Esto dificultaba enormemente la visión del Señor, de ahí que, poco tiempo después, se suprimiese la figura del esclavo y el caballo pasase a la trasera del misterio, solución poco acertada, ya que se alteraba el diseño de la iconografía original y carecía de sentido el dialogo entre romano y cirineo, toda vez que éste ya se encuentra cumpliendo encima del paso el derecho de requisa ordenado por el centurión previamente.


En la Madrugada del año 1962, la Cofradía efectúa su última salida desde San Jacinto y entra por la mañana en su recuperada Capilla de los Marineros. Aquel año aparecía el centurión romano a caballo en la trasera del paso y era suprimido el esclavo negro. Así saldría en el año 1963, la primera salida de la Hermandad desde la calle Pureza en el siglo XX. Más adelante, con el estreno del nuevo paso en 1970, el romano volvería a la delantera del misterio pero cejado junto al candelabro izquierdo, dejando ver frontalmente al Señor y quedando así solventada la iconografía del misterio.

Cinco estampas de la Virgen con diadema.

Escasos son los documentos fotograficos que existen de Ntra. Sra. de la Esperanza luciendo diadema sobre sus sienes, aunque afortunadamente, algunos hay. Aquí hemos traído cinco estampas que poseo de la Virgen con diadema más otra fotografía de la Virgen de Guía, de la Hermandad de la Sagrada Lanzada, cuya Titular posee actualmente esta pieza.




La primera fotografía que mostramos corresponde a la salida extraordinaria que efectuó la Virgen de la Esperanza en paso de gloria, en la jornada del 1 de noviembre de 1936, con motivo de la reposición al culto de la Dolorosa y en rogativas por el fin de la guerra civil. La Virgen está ubicada sobre su paso procesional, sin sus varales ni palio, para convertirlo en un paso de gloria para la ocasión. Aparece iluminado por los candelabros de guardabrirsas del antiguo paso de Cristo en las esquinas y en la peana de la Virgen. El resto de la descripción de este paso reflejan claramente las circunstancias socio-politicas de la época, puesto que los elementos que lo configuran conllevan una fuerte carga simbólica que aluden directamente a la etapa histórica que estaba viviendo desgraciadamente todo el país. De este modo fue colocado en el centro del paso y a los pies de la Virgen la figura del Arcangel San Miguel matando al pecado, con una enseña nacional levantada en su otro brazo (esta imagen pertenece a la Parroquia de Santa Ana y aún se conserva en este templo). Una miniatura de la Virgen del Pilar en plata aparece delante del Arcángel, de la que se desconoce su procedencia. La Virgen aparece escoltada por dos columnas de la antigua carreta del Rocío de Triana, coronadas por dos incensarios. Los respiraderos eran los antiguos de su paso de palio, actualmente en Salteras, formando parte del paso de la Virgen de los Dolores. Y como colofón, la Esperanza vestida de blanco en alusión a la paz anhelada en tan piadoso acto procesional. Luce la Virgen la saya blanca de Madre de Dios del Rosario y el manto cedido para la ocasión por la Virgen del Rosario de Monte Sión (recordemos que José Persio vestía en este tiempo a ambas Imagenes). Y rematando el ajuar de la Virgen para esta procesión la diadema, la cual estiman algunos autores se debió estrenar para este acto. El paso se remata con un exorno floral compuesto de crisantemos blancos y nardos en las esquinas (Ella siempre con esquinas) y un ramo de crisantemos rojos y amarillos delante de la figura de San Miguel, según apuntan las crónicas de la época. La Hermandad del Cachorro cedió seis jarras para colaborar en el exorno floral del paso.
La Hermandad celebró Misa de Comunión y Función Solemne en la mañana del 1 de noviembre saliendo procesionalmente la Virgen por las calles del barrio a las 7 de la tarde.


La segunda y tercera foto nos muestran a la Virgen esplendorosa de belleza con el sello tan caracteristico que le imprimió su vestidor, José Persio, en estos años, con el manto recogido en el brazo izquierdo de la Virgen. Luce, así mismo, gargantilla de brillantes y la diadema que labrase Andrés Contreras en 1936. Sin embargo, no encontramos ni su caracteristico ancla ni su puñal. Ambas fotografías deben estar fechadas en el año 1936, siendo muy probable que sean las primeras que se hicieran a la Virgen luciendo la diadema.



La magnificencia que alcanzaban los cultos en San Jacinto nunca han podido ser superados por nuestra Hermandad desde entonces. Por eso nos gusta recrearnos en estampas como estas. La fotografía nos ofrece una vista del esplendido altar de Septenario celebrado en el templo dominico en la segunda mitad de la década de los treinta. Vemos de nuevo a la Virgen ataviada con la diadema y, en esta ocasión, con la saya decimonónica que actualmente conforma parte del terno negro para el mes de los difuntos. En lo que refiere al altar podemos diferenciar enseres de diversas Hermandades: Divina Pastora de Triana (tableros de su antigua canastilla); Rocío de Triana (antiguos faldones repujados de la carreta del Simpecado que van configurando las gradas) y Sacramental de Santa Ana (blandones, ángeles pasionistas, frontal y paño de altar) además de los candelabros del antiguo paso del Stmo. Cristo de las Tres Caídas confundidos entre la cera del altar y los respiraderos del mismo paso configurando las llamadas "orejas" del dosel.




Altar de cultos en la segunda mitad de la década de los treinta. La Virgen vestida de blanco con la rafaga que se ciñe sobre la Stma. Virgen de la Esperanza.





La diadema de la Esperanza de Triana sería adquirida en la década de los cuarenta por la Hermandad de la Sagrada Lanzada. En esta fotografía realizada en la cuaresma de 2011, podemos apreciarla en la Virgen de Guía, ya que forma parte de su ajuar particular. En la diadema aún se conserva la inscripción "Esperanza Nuestra ruega por nosotros" que rememora su etapa netamente trianera.


Esperanza Coronada

Hace veintisiete años... Veintisiete años hace de que la Madre de Dios fuese Coronada en Sevilla como nunca antes se había visto. Las dos orillas del Guadalquivir se desbordaron. Sevilla y Triana, Triana y Sevilla se volvieron a abrazar de la mano de su Virgen más bella, y a la petición de la Giralda de quererla coronar casi en sus entrañas, la calle Pureza dijo que si.

Triana le prestaba a Sevilla su joya más amada, su diamante más querido y hermoso, para que la ciudad que vive en frente de su Casa le regalase su amor coronandola como solo Ella ha sido coronada en esta santa ciudad de Sevilla.

Qué días de gozo, ¡qué días!, engalanandose las calles de anclas verdes y colgaduras blancas, de nervios en las casas de siempre, las de toda la vida, las que conocieron a su Virgen en San Jacinto y la vieron regresar a su Capilla de la calle Larga, las que siempre tuvieron como bandera de su fe a la Esperanza más humana de Sevilla.

Hace veintisiete años, veintisiete, y parece que fue ayer... Todo el barrio se volcó Contigo, Madre. Triana se vistió de fiesta, la más grande que jamás había vivido durante siglos de historia, para verte coronar en el corazón de Sevilla. Recibiste regalos y adhesiones de todas partes y hasta el mismisimo Dios te regaló una Bula que, a través del Beato Juan Pablo II, llegó a Triana para señalarte con el dedo y proclamarte Madre de Dios en la Tierra.

Morena y Gitana Reina de Triana que pusiste en las manos de Sevilla la mismisima Gloria para que la tocase y palpase como nunca antes la había sentido. Fue Triana con su Esperanza, fue Sevilla con su Esperanza, y hasta Roma con su concesión Pontificia, porque aquel 2 de junio de 1984 hasta el Baldaquino de Bernini quedó eclipsado por el poderío arrollador del palio de la Esperanza.

Hace veintisiete años... Y hoy parece que fue ayer...

1 de junio de 2011

En el XXVII Aniversario de la Coronación de la Esperanza I



Con motivo del XXVII Aniversario de la Coronación Canónica de Ntra. Sra. de la Esperanza hemos querido rescatar de nuestro archivo unos interesantes artículos dedicados a tan magno acontecimiento publicados en los diarios ABC y El Correo de Andalucía. Los siete primeros artículos que les he querido mostrar corresponden al diario ABC y en ellos se recogen la imposición de la Medalla de Oro de la Ciudad, la salida y el recorrido de ida hacia la Catedral y los actos previstos para el Pontifical de la Coronación. Sin duda, grandes, muy grandes los recuerdos que afloran de aquel 2 de junio de 1984, hace ahora 27 años...